Crujientes costillas al horno con miel y mostaza legendaria dijón. Un plato exquisito para los amantes de la carne con toques dulces y salados.
Crujiente por fuera y sabrosa y tierna por dentro. Las costillas al horno con miel y mostaza legendaria son un platazo para sorprender, llevan una salsa que es una combinación de sabores exquisita, con toques salados, dulces y cítricos que no deja indiferente a nadie.
Carne tierna al primer mordisco
Unas buenas costillas de cerdo al horno necesitan tiempo y paciencia en su elaboración si se quieren lograr una carne jugosa y dorada de corteza crujiente.
Es recomendable hornearlas por más de una hora a intensidad baja para que las costillas de cerdo queden jugosas y tiernas, hasta que la carne que envuelve el hueso de las costillas se termine desprendiendo de a pocos.
Al estar cocida en su propia grasa, la corteza del cerdo logra una textura y sabor sin igual, crujiente por fuera y con un tono dorado que levanta el apetito a cualquiera.
Miel y mostaza legendaria
Esta combinación de sabores es ideal para los amantes de los matices. Al mezclarlos y “bañar” la carne a pinceladas mientras se hornea, logramos una carne jugosa con toques dulces, salados y cítricos. Con esta técnica la carne no solo quedará jugosa sino que también lograremos que la corteza que la envuelve logre un color dorado muy apetitoso.
Acompañamos a preparar costillas al horno con miel y mostaza legendaria. En esta oportunidad utilizaremos miel de mil flores y mostaza tradicional dijón para que el plato final tenga una presentación más rústica y apetitosa. ¡Delantal y manos a la obra!
Precalentamos el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo.
Echamos unos hilos de aceite de oliva en una fuente de metal para hornear, la esparcimos bien con un pincel en toda la base.
Salpimentamos las costillas de cerdo por sus dos lados y reservamos.
Preparamos la salsa. En un cuenco, mezclamos con unas varillas la miel de flores, la mostaza dijón tradicional, el aceite de oliva y la salsa de soja. Mezclamos bien todos los ingredientes hasta que se forme una salsa homogénea.
Untamos un pincel de cocina en la salsa de miel y mostaza y comenzamos a pintar las costillas de cerdo. Nos aseguramos que hayamos pintado todos sus lados y las colocamos en la fuente que engrasamos previamente.
A continuación, metemos la fuente al horno con calor arriba y abajo por 35 minutos. Pasado el tiempo, retiramos las costillas del horno y volvemos a pintarlas con la salsa por todo lados para que absorban bien el sabor y color de la mostaza y miel.
Volvemos a meter la fuente al horno y dejamos hornear las costillas por 20 minutos más, repitiendo el proceso de pintado cada 10 minutos.
Controlamos el tiempo y pasados los primeros 60 minutos, subimos la temperatura a 200 ºC y ponemos la opción grill por 8 minutos para que nos queden con una textura crujiente.
Las retiramos del horno y las servimos en un plato blanco con una buena ración de patatas gajo y tomates en cuartos.
Productos relacionados:COSTILLA CARNUDA DE CERDO
6,10€/kg MIEL MILFLORES
3,30€/bo SALSA DE SOJA
9,25€/bo
Ingredients
Directions
Precalentamos el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo.
Echamos unos hilos de aceite de oliva en una fuente de metal para hornear, la esparcimos bien con un pincel en toda la base.
Salpimentamos las costillas de cerdo por sus dos lados y reservamos.
Preparamos la salsa. En un cuenco, mezclamos con unas varillas la miel de flores, la mostaza dijón tradicional, el aceite de oliva y la salsa de soja. Mezclamos bien todos los ingredientes hasta que se forme una salsa homogénea.
Untamos un pincel de cocina en la salsa de miel y mostaza y comenzamos a pintar las costillas de cerdo. Nos aseguramos que hayamos pintado todos sus lados y las colocamos en la fuente que engrasamos previamente.
A continuación, metemos la fuente al horno con calor arriba y abajo por 35 minutos. Pasado el tiempo, retiramos las costillas del horno y volvemos a pintarlas con la salsa por todo lados para que absorban bien el sabor y color de la mostaza y miel.
Volvemos a meter la fuente al horno y dejamos hornear las costillas por 20 minutos más, repitiendo el proceso de pintado cada 10 minutos.
Controlamos el tiempo y pasados los primeros 60 minutos, subimos la temperatura a 200 ºC y ponemos la opción grill por 8 minutos para que nos queden con una textura crujiente.
Las retiramos del horno y las servimos en un plato blanco con una buena ración de patatas gajo y tomates en cuartos.