La combinación de morcilla de Burgos y huevo poché es uno de esos platos que unen tradición y elegancia en un solo bocado. Una receta sencilla pero sorprendente, donde la intensidad de la morcilla se funde con la cremosidad de la yema, creando una armonía perfecta. Presentada en formato individual y con una estética cuidada, se convierte en una propuesta ideal para tapas, entrantes o menús degustación. Una forma deliciosa de elevar un producto clásico a una experiencia gastronómica actual.
Calienta una sartén con un poco de aceite de oliva.
Añade las rodajas de morcilla y saltéalas hasta que estén doradas por fuera y tiernas por dentro.
Con ayuda de una cuchara, desmenúzalas ligeramente para obtener una textura más homogénea.
Coloca un aro de emplatar en el plato y rellénalo con la morcilla salteada, presionando suavemente para que quede compacta.
Retira el aro con cuidado.
Pon a calentar un cazo con agua y un chorrito de vinagre (sin que llegue a hervir fuerte).
Rompe el huevo en una taza.
Remueve el agua para crear un pequeño remolino e introduce el huevo en el centro.
Cocina 2–3 minutos para una yema cremosa.
Retira con espumadera y escurre ligeramente.
Coloca el huevo poché encima de la base de morcilla.
Añade una pizca de sal y pimienta.
Decora con perejil fresco picado.
Sirve inmediatamente para disfrutar de la yema fundente sobre la morcilla caliente.
Ingredients
Directions
Calienta una sartén con un poco de aceite de oliva.
Añade las rodajas de morcilla y saltéalas hasta que estén doradas por fuera y tiernas por dentro.
Con ayuda de una cuchara, desmenúzalas ligeramente para obtener una textura más homogénea.
Coloca un aro de emplatar en el plato y rellénalo con la morcilla salteada, presionando suavemente para que quede compacta.
Retira el aro con cuidado.
Pon a calentar un cazo con agua y un chorrito de vinagre (sin que llegue a hervir fuerte).
Rompe el huevo en una taza.
Remueve el agua para crear un pequeño remolino e introduce el huevo en el centro.
Cocina 2–3 minutos para una yema cremosa.
Retira con espumadera y escurre ligeramente.
Coloca el huevo poché encima de la base de morcilla.
Añade una pizca de sal y pimienta.
Decora con perejil fresco picado.
Sirve inmediatamente para disfrutar de la yema fundente sobre la morcilla caliente.
