Dicen que donde manda capitán no manda marinero y esto, aplicado a la tradición culinaria, puede ser entendido como una recomendación otoñal para las cocinas de alto standing como la tuya. Y es que en Segovia, la tradición apuesta por manjares tan exquisitos como el cochinillo segoviano que, preparado por grandes maestros de la cocina como tú, resultará una auténtica delicia.
Ingredientes
1 cochinillo a cuartos de Jet Extramar
1 vaso y medio de agua
200 g de manteca de cerdo fresca
4 dientes de ajo
Sal gorda
3 hojas de laurel
1 cucharadita de tomillo y orégano
Preparación
Pelamos los dientes de ajo y los picamos en trozos pequeñitos. Los mezclamos con la manteca, la sal gorda, el tomillo y el orégano.
A continuación, precalentamos el horno a 150º durante aproximadamente una hora y mientras untamos el cochinillo con la mezcla que preparamos anteriormente. Para ello, utilizaremos una brocha de silicona; y lo colocamos en una bandeja de horno con la parte de la piel hacia arriba.
Añadimos a la bandeja o fuente el vaso de agua y las hojas de laurel en la parte de abajo, sin mojar la piel del cochinillo. Derretimos la manteca a temperatura baja en el microondas por un máximo de dos minutos.
Pinchamos la piel y la cabeza con una aguja o tenedor y lo untamos con la manteca. Este paso es importante para que la piel quede crujiente.
Horneado del cochinillo segoviano de Jet Extramar
Introducimos el cochinillo al horno a 150º en la parte central con temperatura arriba y abajo durante una hora más o menos. A menudo hemos de regar con la grasa y jugo que vaya soltando. Luego dejamos el cochinillo en el horno sin darle la vuelta durante una media hora más. Si la fuente o bandeja se queda sin agua, hemos de añadir un poquito más para que el cochinillo se haga bien.
Subimos el horno a 190º durante quince o veinte minutos más para conseguir el crujiente y doradito típico de la piel de cochinillo.
Finalmente retiramos del horno, troceamos el cochinillo y pasamos el jugo de la fuente a una salsera, que servirá para mojar con pan.
Manda tú en la cocina, ¡y deja que los marineros degusten esta exquisitez!
