Las croquetas de cecina son un bocado irresistible que combina la cremosidad de la bechamel con el sabor intenso y ahumado de la cecina. Un clásico reinventado que se ha ganado un lugar en las mesas más exigentes gracias a su carácter único.
Pero si realmente quieres llevarlas a otro nivel, el secreto está en acompañarlas con la salsa adecuada. Desde opciones suaves que realzan su sabor hasta contrastes dulces o intensos que sorprenden al paladar, las croquetas de cecina admiten maridajes muy versátiles.
En esta entrada te proponemos varias salsas que no solo complementan, sino que potencian la experiencia gastronómica, logrando que cada bocado sea aún más especial.
Mahonesa con mostaza antigua
Una de las combinaciones más clásicas y equilibradas. La suavidad de la mahonesa se fusiona con el toque ácido y ligeramente picante de la mostaza antigua, creando un contraste perfecto con la intensidad de la cecina.
Crema de pimientos asados
El dulzor de los pimientos asados aporta un contrapunto delicioso que suaviza el ahumado de la croqueta. Además, su color intenso da un plus de presentación al plato.
Reducción de Pedro Ximénez
Si buscas un toque sofisticado, esta salsa es la ideal. Su dulzor equilibrado y textura melosa se integran de maravilla con el sabor salado y profundo de la cecina. Perfecta para ocasiones especiales.
Alioli suave
El alioli aporta un matiz mediterráneo inconfundible. Eso sí, conviene que sea ligero para no opacar el sabor principal. Una versión con ajo asado puede ser la mejor opción para mantener la armonía.