Existen muchos platos tradicionales sumamente queridos, pero ninguno compite con la tradición de una de las elaboraciones más distintivas de la gastronomía familiar española: las croquetas de espinaca y piñones de la abuela.
Croquetas que conquistan generaciones
Las croquetas son un alimento generacional. Están siempre presentes en la comida familiar y desde muy pequeños nos enamoramos de su exquisito sabor y textura.
Cada familia hereda una receta de croquetas diferente, con sus propios secretos de elaboración que pasan de generación en generación.
¿Quién no recuerda a su abuela removiendo la salsa bechamel para croquetas en un cazo de hierro al fuego? O la cocina llena de pan molido, después de darle forma a cientos de croquetas hechas a mano.
Unas croquetas de espinaca y piñones caseras están llenas de secretos que nuestras abuelas guardan con recelo, a continuación te revelamos algunos de ellos.
Secretos para croqueteros de tradición
Las croquetas de la abuela tienen mucha ciencia… y paciencia. Para que unas croquetas caseras guarden todo ese sabor y cremosidad, se necesita cocinar a cocción lenta, sin prisas.
Sin una fina base de salsa bechamel, crear una masa de croquetas es imposible. Esta salsa blanca tiene que cocinarse a fuego lento, removiendo poco a poco hasta conseguir una textura suave y sin grumos.
Nuestras abuelas eran sabias y aprovechaban todos los restos de comida de la nevera y despensa, es por eso que siguiendo la receta tradicional, una vez conseguida la salsa, se incorporan ingredientes de aprovechamiento, que pueden ser restos de otras elaboraciones tales como carne, pescado, verduras, guisos e incluso dulces y frutas.
Luego de mezclar bien estos ingredientes, se pasa a reposar la masa cubierta con film transparente de un día para otro en la nevera, ese es el secreto para que la masa quede firme y sea mucho más fácil de manipular.
Como la receta de la abuela lo indica, se ha de formar las croquetas con dos cucharas, ya que el calor de las manos le quita firmeza a la masa, lo que hace difícil su manipulación.
Cada croqueta ha de tener una forma alargada cuidando siempre su gramaje, que será de unos 30 a 36 gr. por pieza.
Finalmente se pasa al rebozado, el secreto para que las croquetas mantengan la forma y no se peguen en las manos es enharinarlas utilizando un colador, así no nos pasamos con la cantidad de harina, luego rebozarlas con huevo y pan rallado para darles una fina capa de crujiente empanado.
Croquetas de la abuela que acortan tiempos de elaboración
En Jet Extramar sabemos que el proceso de recrear la receta de croquetas de la abuela se torna largo y a veces tedioso, por eso, pensando en optimizar los tiempos en tu cocina profesional, te presentamos: croquetas de la abuela de espinaca y piñones.
Nuestras croquetas están preparadas respetando los tiempos de elaboración tradicional, siguiendo una receta casera de cocción lenta.
Hechas a base de espinaca, piñones, suave bechamel especiado y empanado dorado. Vienen precocidas listas para freír y servir.
Si quieres comenzar a optimizar tiempos entre comandas y ofrecer una tapa con un gran sabor de tradición, te recomendamos comprar nuestras croquetas de receta casera aquí, y comenzar a crear tapas y entrantes con gran sabor en menor tiempo.
