La ensalada mediterránea lleva una mixtura de ingredientes frescos de gran sabor, ideal para incluirla como entrante en el menú de restaurante.
Saca 200 grs. de la barra de queso fresco de burgos de la nevera y córtalos en cuadritos. Reserva.
Corta las hojas de lechuga en trozos pequeños con las manos, viértelas en un recipiente y las lávalas con abundante agua, escúrrelas y colócalas en un bowl grande.
Repite el proceso con la achicoria y la lechuga morada.
Prepara los pepinos. Lávalos con abundante agua y sécalos, ablanda un poco el pepino para que absorba todo el aliño de la ensalada, aplástalo con golpes suaves sobre la tabla de picar y córtalos por la mitad.
Retira las pepitas y el líquido del pepino con una cuchara y cuando esté limpio, córtalo en rodajas. Reserva.
Lava los tomates cherry y los cortamos en dos. Incorpora los tomates en el bowl de las hojas de lechuga y achicoria.
Agrega el queso fresco de burgos y aliñamos con un buen chorrito de aceite de oliva virgen extra, espolvorea el orégano seco, echamos pimienta negra recién molida y sal al gusto.
Remueve la ensalada con una cuchara de madera para que se mezclen bien todos los sabores.
Para que los colores de la ensalada enamoren, sírvela en un plato blanco en porciones individuales y listo.