Descongelar preferentemente entre 4ºC y 7ºC (frigorífico/cámara de frío positivo). Durante 12-24 horas según grosor del producto hasta que esté completamente descongelado.
Precalienta el horno a 200°C.
En una sartén grande u horno holandés, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Agrega las cebollas, los ajos, las zanahorias y el apio, y sofríe hasta que estén tiernos, unos 5-7 minutos.
Agrega la pasta de tomate y cocina por 1 minuto más, revolviendo constantemente.
Vierte el vino tinto en la sartén y raspa los trozos dorados del fondo con una cuchara de madera. Cocina hasta que el vino se reduzca a la mitad, aproximadamente 5 minutos.
Agrega el caldo de carne y las hojas de laurel. Lleva a ebullición, luego reduce el fuego y deja cocinar a fuego lento durante unos 10 minutos para que los sabores se mezclen.
Mientras tanto, hierve las patatas en agua con sal hasta que estén tiernas, luego escúrrelas y resérvalas.
Coloca las costillas de ternera en una bandeja para hornear. Cubre con la salsa preparada y hornea durante 10 minutos.
Mientras se hornean las costillas, calienta las patatas cocidas en una sartén con un poco de aceite de oliva hasta que estén doradas y crujientes.
Sirve las costillas de ternera con las patatas cocidas, cubriendo generosamente con la salsa al vino tinto. Espolvorea con perejil fresco picado y ¡disfruta de esta deliciosa comida!